loslos como mancha de aceite, desde lo proyectado hacia lo imaginable y va ascendiendo de la tecnología a la logística, a la geoestrategia, a la geopolítica y, finalmente, a la política exterior. El hecho de que recientemente se haya escrito que la ciudadanía española carece de competencias suficientes para decidir de su permanencia o su salida de la Alianza Atlántica, porque los datos que necesitaría para elegir con conocimiento de causa entre esas dos opciones de política exterior están cubiertos por el