consiste en que esta pérdida de la fe en el significar, fe racional, va a refugiarse en la fe mágica. La magia es materialista, y de ahí que el cambio consista en que la fe se vuelva y se desplace ahora hacia la materialidad de la palabra, o sea, hacia el sonido. La fe racional en el significar se ve sustituida por la fe mágica en el rimar. La rima, la concordanc en el sonido, sustituye a la lógica