CHUSA.- Me ha dicho la portera, que es muy maja, que el otro día se fue a quejar, y ella le dijo que en esta casa había libertad religiosa, y que lo que tenía que hacer era trabajar en algo decente, como Dios manda, y no andar con las monjas por ahí a esas horas. (Risas de los tres.) (Jaimito sigue intentando canturrearle a Elena, pero Alberto está ya delante, descaradamente, y le