le otra gamba para darle buen sabor. Estaba, en cambio, solo, no tenía dónde caerme muerto, no había comido nada en las últimas veinticuatro horas y acababa de leer la reseña de mi asesinato. Porque no me cabía la menor duda de que era a mí y no al pobre manco a quien habían tratado de hacer albóndigas y, en un rapto de sentimentalismo, lamenté haberlo dejado al pobre donde lo dejé, disfrazado de mí, inerme y
LAB:042.07
CABERI.2a - (No caber duda ) Ser algo absolutamente cierto