, sin embargo, la estructura sólida y bella a un tiempo: el ramal de una escalera que acaso tuvo dos; la gran portada que se abre al zaguán; la torre sobre él, con su puerta tras la balaustrada que rodeaba íntegramente la planta superior. En la parte alta izquierda, un ojo de buey próximo a una buhardilla, a la que asciende una débil --y, al parecer, improvisada-- escalera. A un lado y otro, solemnes puertas que