como el de la salida al extranjero, aparejaban una declaración jurada y el consiguiente recargo de días que se iban acumulando al total. Con lo cual muchas veces el remedio venía a ser peor que la enfermedad y no acababa una de quitarse de encima aquella pesadilla de las genuflexiones gimnásticas, la tarta de manzana y los bodoques e iniciales bordados en el embozo de la sabanita infantil. Que quién sabe si no sería precisamente eso lo que pretendían nuestras monitoras al concedernos
USO:064.27
QUITARI.1c - (Fig.) Liberarse [de un problema o preocupación]