nos de nuestra fortaleza. Pero, por otra parte, a aquellos mocetones tan «varoniles», Delegados de no sé qué o Jefes provinciales de no sé cuántos, que muchas veces se iban a tomar el té con las jefas mientras discutían nuestros destinos, los teníamos que llamar «camaradas», que eso era lo más chocante de todo. A la que le diera, en plan de pesquisa intelectual, por indagar la esencia de la camaradería podía acabar en Leganés.
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DISCUTIR - Defender o manifestar opiniones contrarias