sin invitación alguna, ignorando o fingiendo ignorar que el derecho a protestar en tan noble y distinguido recinto pertenece en exclusiva a quienes, como tú, han sido expresamente convocados a hacerlo por razones de mérito personal o pedigrí ideológico, poseen el indispensable bagaje cultural, el obligado requisito de una sensibilidad literaria y artística y son los únicos, por consiguiente, que podrán asistir desde platea, palcos, anfiteatro o paraíso del ilustre edificio a la celebración ritual de las musicales exequias de