Para dejar ver que mantenía mi libertad de criterio, dije: --Parecen canchas de tenis. --Con la salvedad --contestó, con una sonrisa-- que tienen garitas. En cada terraza había una, de modo que las cuatro rodeaban el ángulo que miraba al sur y que, según Brescia, era el vértice del universo. Como quien hace una concesión, comenté: --Desde luego, este ángulo es el vértice de las cuatro terrazas. --¿Está queriendo decir