: --No se demore. Usted nos encuentra en el almacén de Liniers y Pirovano, frente al puentecito. Un puentecito que se cae a pedazos, desde tiempo inmemorial. Con impaciencia dijo Lohner: --No va a ser fácil retener al tal Moureira. Cuando quedó solo se preguntó si estaba asustado.