conexiones neuronales. La razón de ello es que la gramática de una lengua, en el sentido de estructura de ésta, no es separable de la lengua misma. La pregunta correcta, en cambio, parecería ser: «¿Dónde reside la lengua?» Sin embargo, también esta nueva pregunta está mal concebida, porque presupone que el lenguaje, como el sol o el rey, debe estar localizado en alguna parte. Si el lenguaje se concibe como un constructo (recuerde