Las señoras más viejas decían qué buena fue tu abuelita, qué piadosa, o le contaban anécdotas de su infancia remota o de su adolescencia. Una mujer que no cesaba de llorar le dijo que había servido en casa de los abuelos casi veinte años y que había tenido en brazos a su padre a los dos días de haber nacido. Un señor de barba blanca le preguntó por el abuelo y Onésima, que estaba cerca, contestó que tenía el corazón destrozado por tan dolorosa
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LLORAR - Derramar lágrimas por cualquier causa: pena, dolor, alegría, rabia o similar