se ¡gran sorpresa!, antes de llevarse los deditos a su nariz, Brunettino ofrece las primicias al viejo, sonriendole invitadoramente, mientras le penetra con su insondable mirada de azabache. -¡Niño! -exclama Renato, fingiendo escandalizarse. -Dejale --comenta sesudamente la madre-. Está superando la fase anal. Al viejo le resbala esa palabrería. En cambio, el gesto infantil le recuerda leyendas de bandoleros mezclando su sangre en ritos de fraternidad
SON:066.24
FINGIR - Aparentar algo con la intención de engañar