enlaza directamente con la del piso de enfrente: es, en realidad, una mera extensión de la misma. Pero, aunque siempre la desenchufa porque no quiere que nadie le moleste y el brusco zumbido del receptor le horroriza, hemos advertido que la conecta a menudo cuando se ausenta, sobre todo si la esposa está en casa y, como suele, conversa interminablemente con sus amigas. Ahora, el atrabiliario personaje retira un pequeño dispositivo adherido al aparato, se instala cómodamente en