, pero es fácil comprobar que van y vienen sin descanso. Por unos dólares más al año, una ventaja más, un grado de prestigio, cogen sus bártulos y se van a otro sitio. Hay algo que no acaba de asentarse bajo sus pies. Un sentimiento de provisionalidad unido a una riqueza de oportunidades que nosotros desconocemos. Una inquietud permanente traspasa a las gentes. Hay que cambiar. Por otra parte, da la sensación de que los cambios son sólo superficiales