puente. No sé si voy a ser capaz. Ese David adivinado casi y rechazado se confirma ahora como el verdadero o el que ha prevalecido sobre el otro que yo creía el único o al menos el auténtico núcleo del que yo amaba. Sí; ese David existía, pero se estaba transformando a sí mismo. Con Genoveva penetrarás por fin en ese mundo que siempre perseguíste. Su brillo te atraía desde que eras muy joven. Cuántas veces mirabas con codicia los yates