, pueden llorar. Porque, a fin de cuentas, ¿por qué van a llorar los que lo tienen todo? Genoveva y la abuela pertenecían a un mismo lugar reservado y aislado, ocupaban un mismo palco preferente desde el cual contemplaban el espectáculo del dolor... «Mamá era diferente. Mamá entraba en escena, acariciaba, curaba las pequeñas heridas, corregía las injusticias, las humillaciones, las asperezas de los otros...» --Insisto en que está loca --dijo Genoveva