selo batalla a forjar el destino del mundo, a librarlo del MAL, su general es su buen pastor, capaz de sacarlos de entre los abrojos. Por de pronto, quién sabe quién pueda sacarlos de estos alambrados que rodean el campo minado por el cual han recibido la orden de pasar. Estos hombres son mi responsabilidad directa y tienen más de cuatro meses peleando, continuamente en acción, chapotean en el agua, congelados hasta los huesos. Lo