me más que abra los ojos y lata mi corazón, no veré nunca a nadie que remotamente se parezca a Diego. Temblaba yo, Diego, no podía ni llevarme la taza a los labios, ¡cómo era posible que tú caminaras por la calle como el común de los mortales!, escogieras la acera de la derecha; ¡sólo un milagro te haría emerger de ese puñado de gente cabizbaja, oscura y sin cara, y venir hacia mí con el rostro
DIE:039.05
CAMINAR.1 - Moverse de un sitio a otro dando pasos.