--¿Tú crees que Enrique y Hans fueron los que secuestraron a María Pandora? --me preguntó la Emilia. --Tal vez --dije yo--, aunque lo dudo. En primer lugar, nada nos asegura que tu amiga haya sido secuestrada. En segundo lugar, yo me inclino más bien a creer que estas dos joyas son las que me han sorprendido a mí esta misma tarde al salir de la agencia teatral, en cuyo caso no pueden haber tenido nada que