Fíjese usted, señorita, qué bordados más primorosos en la espalda y las mangas. Lástima que al caballero le quede un poco pequeño. Insistió en que me pusiera una coleta rematada por un lacito y tuve que acceder para no ofenderle. Era un chino de lo más simpático. Nos contó que su padre era cantonés y su madre de La Bisbal. Se llamaba Aureli Ching Gratacós y era socio del Barça desde 1952. El restaurante le iba bastante bien, aunque