que hacían gala de un particular desaliño indumentario, irrumpieron en nuestro país a partir de 1953, coincidiendo con el desarrollo del turismo, importante recurso económico del que las nuevas directrices políticas ya no podían prescindir. Aquellos hombres que habían «vendido su alma a la juventud» y que pronto tuvieron fervientes imitadores en nuestro suelo, se rebelaban contra las prédicas de sumisión entusiasta a los principios de la generación anterior. Y su escepticismo, que se consideraba un insulto a las normas de
USO:215.29
VENDER.1 - Dar [una posesión] a cambio de una cantidad de dinero