| Texto contextualizado: |
malo, tú eres la mala aquí». La siguió con sigilo a lo largo del pasillo hasta el balcón de las flores, para qué iría allá a esas horas. Hacía tiempo que Miguel no se asomaba al balcón y le sorprendió comprobar en la semioscuridad cuánto habían crecido las plantas. En aquel espacio tan reducido había surgido una pequeña selva frondosa, con multitud de tallos entrecruzados, desaforada abundancia de hojas, de flores que enlazaban sus extremos... En el centro de aquel |
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