días antes, o quizá más, había dejado la gabardina en el guardarropa del restaurante chino y que sin duda quien lo atendía debió de deslizar en el bolsillo de aquélla una caja de cerillas de recuerdo o propaganda, donde de fijo constaría el nombre del establecimiento, su dirección, y algún loor con que tentar al cliente. De forma que, a modo de experimento, abrí el maletín, saqué un billete de cinco mil, encendí una cerilla y lo prendí. Como
LAB:200.19
CONSTARIII - Registrarse o figurar inscrito en algún documento