un giro de cabezas que recuerda al de los espectadores de tenis, todos miran al Verdugo. Este, grandilocuente de gesto, alza el hacha. Con el hacha en lo alto y dando la impresión de que va a ser inmediatamente descargada sobre Burrote, el último relámpago, como un poderosísimo flash, ilumina la dramática escena en la que todos los personajes, en actitud de posar para una fotografía destinada a los manuales de Historia Universal, se han quedado estáticos. El único