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| --Me falta un dato fundamental: dónde localizarlo. --Ah, claro, qué despistada soy --exclamó Cándida palmeándose la frente y metiendose el meñique en un | [LAB:052.21] | +info |
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| preguntó la Emilia con los ojos entrecerrados y la voz lastimera. --A ninguna parte --exclamó con súbita energía el vetusto historiador--. Ustedes se quedan a pasar | [LAB:115.18] | +info |
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| con más cuidado. ¿Quién es el padre de la criatura? --Yo soy --exclamó el viejo historiador hincando una rodilla en tierra y golpeandose el pecho con | [LAB:161.11] | +info |
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| la calma y haga lo que yo le diga. Tengo un plan. --Cielos --exclamó el escaldado profesor. Transcurrió un rato, al término del cual se abrió | [LAB:202.11] | +info |
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| cuyo nombre, por deferencia, hago gracia al lector. --¡Guay de mis cojones! --exclamó, menos recatado, el matón. El otro ya me | [LAB:203.32] | +info |
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| puerta con una insistencia que no auguraba nada bueno. --¡Ya están aquí! --exclamó la Emilia. Me acerqué de puntillas a la puerta y atisbé por | [LAB:082.17] | +info |
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| en la casa. --Quién me iba a decir que tenía un admirador tan leal --exclamó la Emilia. --No te dejes engatusar por las zalamerías --le | [LAB:086.19] | +info |
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| a durar la fiesta, porque miren, allá en el fondo instalaron una orquesta", exclama Piti Saldívar, su pelo rojo le aurolea el rostro, y tres hombres de frac vuelven la vista hacia el | [DIE:092.11] | +info |
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| alas, tus ojos saltones, tu sonrisa amable y oí a Zadkin decir: "He aquí al vaquero mexicano" y otros exclamaron: "Voilà l'exotique", me interesé en ti. Llenabas | [DIE:056.10] | +info |
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| . Luego cuando nos levantamos de la mesa y quedamos el uno junto al otro, Zadkin exclamó : "¡Miren qué chistosos se ven los dos juntos: el salvaje mexicano, enorme y | [DIE:056.24] | +info |
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| al niño en la mesa indicada. Las superficies eran lisas, muy bien cepilladas e Hilaria exclamó: "Qué buena tablita para picar mi cebolla". La nueva enfermera le preguntó | [DIE:125.05] | +info |
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| , más blando, para esa gente del Norte. -Toda esta tierra era etrusca --exclama de pronto el hijo, deseando hacerse grato. Al | [SON:018.09] | +info |
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| a tu abuelo, Brunettino; ha venido a conocerte. -¿ Brunettino? --exclama el viejo, otra vez sobrecogido por el asombro, llevandose la mano a su | [SON:032.20] | +info |
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| invitadoramente, mientras le penetra con su insondable mirada de azabache. -¡Niño! -exclama Renato, fingiendo escandalizarse. -Dejale --comenta sesudamente la madre-. | [SON:066.24] | +info |
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| meridionales para alegrar el frío mundo gastronómico de Andrea. -¡Vaya queso rico! --exclama Simonetta devorandolo. Y, naturalmente, Brunettino también exige | [SON:107.07] | +info |
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| casi todo el país, hasta nuestro mar, a lo lejos! -¡Me encanta el mar! --exclama Simonetta con la boca llena. -¡Tonterías! Donde | [SON:107.17] | +info |
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| aumentar cuando echa atrás la cabeza altivamente. Ríen ambos. -¡Maldita sea! -exclama el viejo ante el barro que se seca en la sillita. | [SON:129.26] | +info |
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| preparase, a falta sólo de calentarla. - ¡Al cuerno la Anunziata! --exclama el viejo en la puerta de la cocina-. ¡Hoy cenamos como | [SON:138.03] | +info |
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| el mismo país; estamos juntos.» --¡Ha sido un gran día, hijo! --exclama el viejo, empezando a recoger la mesa. --Deje | [SON:143.14] | +info |
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| que han creado para ellos en medio del bullicio. -¡Qué tarde es! -exclama Hortensia mirando su relojito--. ¿No te estarán esperando en tu casa? | [SON:180.27] | +info |
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| mujer que no se entera, ni siquiera es de hombres. -¿Verdad? --exclama el viejo, encantado. «Mira por donde», piensa, «esta larguirucha, a | [SON:270.23] | +info |
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| niño mío. Duermen como burgueses... De todos modos no alborotes.» Pues el niño exclama «no» --en realidad, un grito entre «no» y «na»- con explosiva energía. Y al | [SON:277.12] | +info |
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| Hortensia, enfrentada a esa talla por su hombre! - ¡ Ahí están; mira mis guerreros! --exclama el viejo--. ¿ Verdad que no son una Pietà?... Pero | [SON:329.08] | +info |
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| se digna abrir la boquita a la comida. -¡Qué grande! -acaba por exclamar el viejo. -¿Verdad, papá? -se ufana la madre-. | [SON:032.08] | +info |
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| al viejo en el aparato y le examina. - ¡ Ah, aquí está! --exclama el médico-. Su recuerdo de la toma de Cosenza... Por cierto, ¿ conoce | [SON:228.03] | +info |
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| ciertas comidas, sus deposiciones y orina, acertando con tal precisión que al final el viejo exclama: -Le felicito, profesor. Habla como si lo sintiera | [SON:230.16] | +info |
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| y se dijo: «Qué contraste. Realmente, soy un hombre de suerte.» La chica exclamó: --Si me quedo dormida, me muero. -- | [HIS:010.04] | +info |
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| el primer piso, al salir de la escalera, la encontró. --¡Te acordaste de traer los apuntes! --exclamó Valeria. La verdad es que ni se había acordado del | [HIS:015.01] | +info |
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| Impresionante. Arturo pensó: «Le brillan los ojos.» --Acá voy yo --exclamó Salcedo y, antes de entrar, se volvió y murmuró: --No se vayan. | [HIS:082.26] | +info |
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| , casi de anonadamiento, por la noticia y por la imposibilidad de conseguir aclaraciones, Arturo exclamó en un murmullo: «No puede ser Carlota.» La exclamación velaba | [HIS:092.03] | +info |
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| «Es... ¡esto!» dijo la abuela con sonrisa enigmática, y abrió la mano ante su nieto, que exclamó entusiasmado: --¡Doblones de a ocho! No eran | [TER:043.21] | +info |
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| las pisadas, la abuela corría hacia el balcón. El niño guardó silencio y el abuelo exclamó que sus amuletos habían sido robados. Después preguntó a grandes voces dónde se había metido | [TER:073.16] | +info |
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| estaba. Se oyen de nuevo los mugidos. Al mismo tiempo, alguien con fuerte voz esclama:) VOZ DE DENTRO.- ¡Ah, ya te pillé, oso fanfarrón! | [1IN:064.03] | +info |
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| instante, de lo lejos viene el croar de una rana. Cuando éste cesa, Loristo exclama.) ¡Sí! Hay que conseguir que se una a nosotros. GATINA.- ¿Quién? | [1IN:033.04] | +info |
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| de garrote, continúa cauteloso y de puntillas hacia el hueco del árbol. Entonces, Burrote exclama.) BURROTE.- ¿Dónde vais, señor? No es ahí. El estornudo | [1IN:034.07] | +info |
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| compasión de una pobre gata enamorada de su Loro! (Al ver a Gatina, Leoncio exclama, arrodillándose.) LEONCIO.- ¡Oh, hermosa Gatina! ¿Quién como yo te | [1IN:036.01] | +info |
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| , detrás Loristo, cargado con un pequeño cajón, y a continuación Burrote. El primero exclama dirigiendose a Gatina.) LEONCIO.- Aquí lo tenéis, sano y salvo. (A Loristo.) | [1IN:036.34] | +info |
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| --una doble llave trucada--. Luego, Leoncio, dirigiendose hacia la ventana, exclama.) ¡Me habéis engañado!, pero saldréis, ¡ya lo creo que | [1IN:038.30] | +info |
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| objetos o alimentos de goma que se presten a un fácil juego de escamoteo. De pronto, Burrote exclama famélico.) BURROTE.- ¡Os lo estáis comiendo todo, señor! | [1IN:041.08] | +info |
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| se rebulle Leoncio, corta a Loristo.) ¡Calla! ¡Chisss! (Leoncio exclama en sueños.) LEONCIO.- ¡Oh, hermosa Gatina! ¡Tu esclavo!, ¡soy | [1IN:043.33] | +info |
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| de voz, prestan a Gatina un raro encanto. (Leoncio, que sigue soñando, exclama.) LEONCIO.- ¡Oh, Gatina! ¡Hermosa Gatina! | [1IN:047.07] | +info |
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| apoyando su cabeza en él. Este, a pesar del golpe que se da, no se despierta. Leoncio, en éxtasis, exclama:) ¿Qué quieres de tu esclavo? (Señalando la media luna.) | [1IN:047.24] | +info |
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| amor, para que no te haga daño! (Desaparece Gatina de la ventana. Leoncio exclama.) LEONCIO.- ¡Oh, delicada Gatina! | [1IN:049.28] | +info |
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| serrucho! (Coge el serrucho y él mismo comienza a serrarse los superpuestos dientes. Gatina exclama.) GATINA.- ¡Con cuidado, esposo mío! | [1IN:050.27] | +info |
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| (Terminada la canción del «A mí qué o a mí plin», Gatina y Loristo se abrazan. Burrote, eufórico, exclama.) BURROTE.- ¡Libre! ¡Soy libre! | [1IN:053.15] | +info |
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| hace mutis dejando sola a Maristel.) ¡Eh, eh, ven aquí! (Maristel, llena de miedo, exclama:) MARISTEL.- ¡No me dejes sola, Nachito! ¡Vuelve! | [1IN:059.30] | +info |
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| con un enorme cazamariposas y persigue a Maristel que, corriendo y saltando a su alrededor, exclama:) ¡Ay, ay, pobrecita de mí! (Llama.) ¡Nachito! ¡Nachito! | [1IN:059.34] | +info |
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| Cuando los árboles se han situado en escena, Maristel, parando de mimar la marcha, exclama:) MARISTEL.- Me duelen los pies. ¿Podemos descansar | [1IN:060.32] | +info |
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| --pintura luminosa--. El Coca, que no se da cuenta de la operación, exclama definitivo:) ¡Loca! ¡Está loca! ¡Besa, besa, que ya nunca volverás | [1IN:062.16] | +info |
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| , sale corriendo por uno de los laterales y siempre perseguido por El Peluche, que ahora exclama viendole escapar:) ¡Huye, huye!, ¡ya te agarraré! ¡Juro que romperé | [1IN:064.17] | +info |
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| veremos, fanfarrón! (Luchan lo más espectacularmente posible, venciendo al fin Nachito, que exclama, poniendole un pie encima:) NACHITO.- ¡Soy invencible! Y ahora vas a decirme | [1IN:070.13] | +info |
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| Loristo.) BURROTE.- ¡Chisss! (Leoncio, en sueños, vuelve a exclamar.) LEONCIO.- ¡Tu esclavo, hermosa Gatina! ¡Tu esclavo | [1IN:046.18] | +info |
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| desgracia que afligía a la Hembra de Gorrión. Una vez oído todo, la Rana Sabia exclamó: RANA SABIA.- ¿Qué vale un vil León ante unos | [1IN:018.15] | +info |
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| ) ¡Gatina, eh, gatina! (Empieza a oírse una melodía. Burrote exclama:) Ya no queda nadie con salud. Pronto caeremos | [2IN:046.14] | +info |
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| cubre. Sin pegarle, el Lobo desaparece. Burrote, como recordando a Gatina, exclama.) ¡A Pesetita la mascarita, una se pone | [2IN:054.15] | +info |
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| Desaparecida ésta y con Gatina saliendo de la choza, Burrote, jadeante por el esfuerzo, exclama:) BURROTE.- Desde luego, el cielo está irritado. | [2IN:057.11] | +info |
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| restos, que comienza a comérselos disimuladamente. Leónidas, ya siempre con la boca llena, exclama hacia al Lobo.) ¡Venga, tú, explícate! | [2IN:077.13] | +info |
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| relámpago ilumina súbitamente la escena. Le sigue un trueno de gran intensidad. El gran Leónidas exclama imperativo.) LEONIDAS.- ¡Atento, Verdúguez! | [2IN:093.06] | +info |
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| «¡Padre, padre mío!» Y, de repente: «Padre mío, os presento a mi amigo Montesecco.» Y el buen viejo exclama: «¡Ah, horror horror!» Y se os muere como un pajarito. | [COA:025.16] | +info |
