Recordé a Elena y nuestra primera noche. Era como si ella hubiera venido para ayudarme... Música de violines. Fin. (Ha fingido tocar un violín y, efectivamente, suena una melodía suave y triste.) Sóloque,ahíestáeldetalle,estanochemeequivoqué de estrella. No era Venus, sino Sirio. Y Elena no ha venido a recibirme. Aquí no hay nadie. (Se interrumpe en seco la música del violín.)