Hablar, a veces puede ser inútil, traer malas consecuencias. JUAN.- (Sonriendo.) Ahora me amenaza. JAVIER.- No, no, por favor, en absoluto. JUAN.- Sí, sí, me amenaza. O acepta el soborno con agradecimientooaténgasealasconsecuencias.¿Asíque no le importa que me haya acostado con su amante? JAVIER.- ¡Por Dios! En absoluto. Casi me atrevería a decir que me ha hecho un gran favor.