(Canta la canción de la necesidad de vencer al mal León.) Al buen León obedezco yo, que al malo no. Mas si éste es el que manda, sé disimular y obediencia aparentar y ¡oh, señor! exclamar, Loristo soy, ¡a mandar queobedezco! Mas insisto que a ese León aborrezco y como por algo me llaman «el listo», me pongo a pensar y no tardo en saber el cómo lograr al mal León vencer