) ¿Hincharme, señor? ¿Acaso mi estómago es de mosca o de mosquito? ¿Acaso pulga soy, señor? LEONCIO.- (Frotandose la barriga satisfecho.) ¡Y qué bien me vendrá ahora un sueñecito! (Tapa el cajón y se locolocacomoalmohada.)Burrote,yonosésitúserás mosca o pulga; pero, por tu vida, vigila mientras duermo para que ninguno de esos animalitos turbe mi descanso. (Se echa de espaldas a la ventana y, de vez en cuando,