, encarecer los hechos mismos como cosas intrínsecamente respetables. No hay promesa de premio a la que no se corresponda amenaza de castigo, y si la admonición que nos prescribe el acatamiento de los hechos comporta una amenaza, los hechos tienen ya todo el carácter de signos ominososquehadefinidosiemprealosagüeros.Señales,pues,depoderes numinosos, inescrutables al par que ineluctables, enteramente fuera del alcance de nuestro entendimiento y nuestras manos, a los que no hay más opción que someterse. La realidad y la facticidad quieren, por tanto,
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DEFINIR - Caracterizar la naturaleza de algo mediante una palabra o característica particular