Texto contextualizado: |
explicaciones. Yo ya sabía coger el péndulo perfectamente. Te había visto practicar con él tantas veces... Cuando lo tuve en mi mano, sujetando su cadena entre el índice y el pulgar, su quietud me desanimó. Temí que conmigo no se moviera nunca. "Ahora --me decías en un susurro-- voy a esconder la manecilla de este reloj. Tú no busques nada. No te muevas hasta que el péndulo te señale una dirección. Sobre todo, no pienses nada. Tu mente ha de estar vacía y en absoluto |
SUR:011.22 |