nos hemos visto antes en alguna parte, tú y yo? --me preguntó. --Sí, ayer mismo, en Madrid --dije. Dejó de secarse el pelo para esbozar un gesto de resignada aquiescencia que, pese a verselo por primera vez,semeantojóusual. --Claro --dijo acompañando con la voz al gesto a que me acabo de referir--. Tú eres el chiflado del maletín. Pero ayer no ibas disfrazado de marica.