hacer un alto y reponer fuerzas. Poco a poco, sin embargo, la ciudad fue resucitando. Primero unas pocas personas, bastantes luego y al fin muchas empezaron a deambular, bien que de mal talante, camino de sus obligaciones. Despuntó laaurora,seprodujeronatascos,animaronel aire bocinazos e improperios y recobró el mundo su aspecto habitual. Reconfortado por la bullanga y amparado por el gentío, abordé a un transeúnte y le pregunté cómo llegar a la cafetería
LAB:034.35
ANIMARI - Dar ánimo, valor o energía a alguien. Por ext. reavivar un sentimiento, amenizar un acontecimiento.