. Nadie les ha visto entrar y no creo que sospechen de mí. En esta casa estarán seguros. No puedo ofrecerles grandes comodidades, pero la señorita Trash puede dormir en mi cama y el mandarín y yo ya nos las arreglaremos. Y no me vengan concumplidos--agregóatajandocondecididoademán nuestras protestas--. Soy yo quien les queda agradecido por su compañía. Lo cierto es que cada día me da más miedo irme a la cama sin tener a nadie