--Sí, señor --dije yo. --Ya, ya. Me hago cargo de su impaciencia. Será mejor que vaya directamente al grano. No es fácil, ¿sabe usted? El caso es... el caso es que aquí la señorita Trash,alaquetantoadmiro,comoyahedicho, tiene la costumbre, que dios la bendiga, de pasearse por su casa algo ligerita de ropa. Y bien que hace, ¿no cree usted? Al fin y al cabo, cada uno en su casa