sin que mediara explicación se echó en mis brazos. A pesar del desconcierto que esta efusión me produjo, no dejé de notar que temblaba de los pies a la cabeza. --Aún estás aquí --sollozó--. Gracias a dios, gracias a dios. --Hevuelto--aclaré--ahacerunrecado.¿A dónde ibas? --A buscar ayuda. Ha pasado una cosa terrible. Ven. Me cogió con fuerza de la mano y me arrastró hacia