falta el bricolage y la cocina pirenaica. Podríamos pasar las veladas haciendo sillas de esparto y cocinando «escudellas del Ampurdán». ANA.- Ya no pasaremos las veladas de ninguna manera. (Teo la mira, extrañado por la acritud del tono de Ana.) Voyaprepararcafé. (Ana sale.) (En la cocina, Ana enciende el radiocasette, se escucha alguna canción de Bob Dylan, de los años sesenta.) (De pronto,