, los horrores de todo tipo? Iba a abandonar el jardín para dirigirse a la puerta de entrada cuando, al levantar de nuevo el rostro hacia la blanca noche, descubrió en una de las ventanas del piso superior una sombra, una sombra quelemirabayqueseretiróraudaalserdescubierta; una sombra que, sin embargo, la excesiva claridad lunar mostró inconfundible: la de Betina. Tampoco al día siguiente faltaron las sorpresas. A la hora del