viejos Nada de lo que se practicaba hace tres años es ya posible, es un estilo que se suicidó con el arma de su propia indecencia. Lo que hay que cuidar, más que una resurrección imposible, es el riesgo dequeseinstalencostumbresqueenelfuturopudierancrear una atmósfera semejante. La atmósfera proscrita en este texto aludía, sin embargo, a un pasado demasiado reciente como para que la evocación de sus modas y costumbres no provocara en las mentes