por la cabeza le pasan tantas rarezas ? El Bruno de antes no cavilaba tanto. -Muy bien, Bruno; gracias. Ella toma una zarpa entre sus manos y la oprime de un modo que acaba de desconcertar al hombre. Susalidaesmarcharsealacocinaypreparareldesayuno. Cuando llega la hija les encuentra charlando. Mira con curiosidad al viejo y riñe a la madre por haberse incorporado en la cama, pero al poco rato se la