-. ¿Lo había olvidado? ¡Le regalaremos una agenda de la Universidad! -¿Una agenda de esas que mandan a los milaneses lo que han de hacer y donde apuntan cosas para el mes siguiente? ¡Nunca, muchacho! ¡No digas tonterías! -Siprefiereotrodía,cambiolafechaconel laboratorio. -Roncone sólo tiene una palabra. Pasado mañana, donde quieras. -Iré a buscarle a su casa. Se despiden.