Texto contextualizado: |
Nada hubiera deseado con más ardor que sustituir en su memoria, de forma radical, el rostro de Francesca por el de Betina, sus fantasmagóricos frutos intelectuales, sus devaneos de escritor, por una pasión encauzada y estable. Si con ello aseguraba su estabilidad anímica, estaba dispuesto a cambiar en los próximos días --siguiendo a Betina-- el Arte y la búsqueda de un conocimiento absoluto por una existencia elemental y plácida. De todos los agitados personajes que quedaban en el balneario |
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