, ni me entiendes a mí! NÉSTOR.- ¡No grites! Respeta la situación de esa pobre chica. Y ve a la manifestación si te atreves, a dar la cara por ella y por todos, en vez de aguardar pasivamente lallegadadeeseimposiblequeteinventas. Aunque no tan pasivamente... [ (DIONISIO desvía la vista. NÉSTOR lo sacude por un brazo.) ¡Espero que recapacites y te des cuenta de lo que maquinas! DIONISIO