.) ¡Gracias, Patachula! DIONISIO.- (Riendo.) ¡De nada, Salomón! NÉSTOR.- (Riendo.) Tú no me la amargues más. Dejamela a mí y la pondré como un reloj. DIONISIO.-(Ríe.)Obedezcohumildemente.Tú,su relojero. El Patachula, sólo de su relojito. De otra cosa no entiende. [ NÉSTOR.- Si el domingo va todo bien, me la llevaré