costumbre. A la mañana siguiente salía de viaje. No nos dijo a dónde pensaba ir, y nadie se lo preguntó. Bene le escuchaba muy atenta, aunque imperturbable, como si de verdad a ella no le concerniera. En aquellos momentos yo habríaaseguradoquelamuchachahabíaguardadosiempre con mi padre la misma distancia. Sin embargo, Santiago parecía haber confirmado ya sus primeras sospechas. --¿Para quién has encargado flores? --preguntó de repente. --¿