. Pugna por reconocer las sombras, inaprensibles como el humo. La línea de luz ha desaparecido inadvertidamente. La penumbra se había vuelto azul marino; esto le permitió escapar a la atracción del cuerpo inerte. De un salto, tomó el camino del cuarto de bañoyestuvoallílavandoselasmanosenunagua tan azul como salida de un tintero; ni siquiera la pastilla de jabón clareaba en la noche. Humedeció la cara sin miedo y se atusó el pelo con los dedos