o a la institución profanada; quiero decir, es realmente una profanación: vuelve profano lo que era sagrado. Allanar y ocupar la Embajada de los Estados Unidos fue profanar un lugar tradicionalmente considerado inviolable por los tratados, el derecho y el uso internacional. Profanación que, simultáneamente, afirmaquehayunderechomásalto:el revolucionario. Este razonamiento no es jurídico sino religioso: las revueltas y revoluciones son mitos encarnados. En Irán los sacrificios han sido y son numerosos,