le pidas lo que no puede darte. --¿Sabés lo que pasa? No entiende que la quiero. Me contestó que no fuera presuntuoso, que ella también me quería cuando la dejé. Protesté: --Yo estaba enfermo. Dijoqueelamorpedíaloimposible.Agregó: --Como ahora lo estás probando, con tus exigencias de que vuelva. No volverá. Le pregunté por qué estaba tan seguro, y me dijo que por experiencia propia. Exclamé