trate en la intimidad y te vaya conociendo mejor, pudiendo llegar a invitarte para que salgas con él. Los noviazgos de postguerra se habían convertido en un negocio doméstico, en el que había que contar con el visto bueno delasrespectivasfamilias.Lasdignasysuspicacesmadresexigían garantías de porvenir a sus futuros yernos y soñaban para sus hijas un ascenso en la escala social. Para sus hijos varones, a los que nunca tenían tanta prisa por ver casados, deseaban simplemente